En este rincón las encontrarás.
Hace unos días recibí contestación de un amigo que acaba de estrenar título y barco. (velero 12 metros recién salido de astillero)
Me pidió que le hiciera un check list, y le aconsejara algunas mejoras, ya que se va un mes a las islas.
Contestación: *Lo marcado en negrita son mis pensamientos.
Hola nano, creo que hay cosas de las que me pones que no las veo necesarias, por ejemplo, para que quiero llevar un impeler de recambio, si el barco es nuevo. (Claro se me olvidaba que era nuevo y que la marca garantiza que tiene orden el mar de no poner plásticos por la proa de los “nuevos”)
Otra cosa, la línea de vida tampoco la voy a poner, cuando se la enseñe a mi mujer dijo que alguien podría tropezar con ella, y claro visto así creo tiene razón, además que queda fea. (Nada hombre, si es un cosa sin importancia, yo te lo puse pensando en que alguna utilidad le darías, como poner las zapatillas debajo para que no se vuelen)
La balsa salvavidas tampoco la vamos a poner, quita espacio en la cubierta y mi señora se queda si solárium, de todas formas tengo un buen seguro.(Ole tus huevos).
Ampliar la cadena de fondeo, pues hablé con el vendedor me dijo que llevamos bastante, y creo que tiene razón con 20 metros de cadena más los 20 de cabo, para el barco es suficiente, de todas formas como mucho pensamos dormir fondeados dos o tres noches nada más. (Coño dilo antes, si solo vas a fondear para dormir, nada, incluso reduce cadena y ya puestos el ancla que pesa un huevo quítalo y pon una piedra, total para un 12 metros de eslora es suficiente)
Otra de las cosas que no entiendo, me dices que aumente el banco de las baterías de servicio, llevo buscando el puto banco dos horas hasta que me di cuenta que el servicio es manual, joe que susto, así que nada lo dejamos tal cual. (Si es que por esas cosas eras el primero de la clase leches).
Las bombillas de recambio compré las del interior, las de navegación no, ya que están en la punta del palo. (Claro hombre, esas “ni tocarlas” que total si están tan altas serán que no sirven pa mucho).
Oye aprovecho para preguntarte una cosa, el otro día salimos con unos amigos, nada a pasear un poco,- y mi mujer, menos mal que se fija en estas cosas-, se dio cuenta que los enchufes de 220 voltios no funcionaban, ¡ninguno¡ no pudimos cargar el móvil, cuando volvimos al puerto y yo con un cabreo –que te puedes imaginar- a punto de llamar a la náutica , de repente se pusieron a funcionar, chico fue cosa milagrosa, la nevera funcionaba bien y en cuanto llegamos a puerto lo primero que hago es conectarme a la tierra como me dijiste. No sé qué hacer, les llamo para que comprueben?, es que no me quedo tranquilo. (Nada hombre lo único que tienes que hacer es poner un cable de la distancia de navegación al puerto, así no te quedarás sin corriente en los enchufes de 220)
Otra cosa que se me olvidaba, lo de las bombas de achique, lo dejo como está con la automática solamente, ya que me dijeron en la náutica que es un barco seco, cosa que me dejó muy tranquilo. (Si claro, si secos son todos, hasta que dejan de serlo y necesitamos achique, pero no pasa nada tienes un buen seguro)
Cada vez que escribo me acuerdo de más cosas, disculpa pero tengo tantas cosas en la cabeza que olvido la mayoría, (no coment) mira el otro día un tío de un barco de al lado me pregunto que si mi génova era de 130 o 150, y yo la verdad ante la pregunta le dije que no lo sabía, preferí eso a decirle que vale bastante más. No sé dónde compra este hombre las velas tan baratas, pero si tú conoces el sitio me lo podías decir, que veo que esto de la náutica los que sabéis donde comprar tenéis ventaja. (Yo te lo digo hombre, el sastre de mi pueblo, le llevas las medidas y le dices los colores que quieres y en un par de días tienes las cortinas, perdón las velas).
Otra cosa curiosa que le ocurre al barco, de vez en cuando tira espuma por un lado, es rarísimo, mi mujer no pudo verlo y no se lo cree, dice que soy un maniático, si en vez de estar duchándose hubiera estado fuera lo hubiera visto, que es un lista. (Es lo que tienen los barcos nuevos, de vez en cuando tiran espuma, es para limpiar el casco, muy modernos ellos, seguramente la próxima vez sea tu mujer la que lo vea mientras tu estás en la ducha).
Nano no quiero hincharte a preguntas (No pares por favor, me estás arreglando el año, el sentido del humor ya despierta en mi) pero, a ti te pasó alguna vez que en el puerto te digan que procures llamar por el canal 9 antes de entrar, yo nada más estar por la bocana aprieto el botón 9 de la emisora, y cuando me ven van pitando al atraque, no es suficiente?. (Seguramente te falta apretarle varias veces hasta que escuchen el timbre, de todas formas estoy convencido que están pendientes de ti desde que sales y respiran, hasta que entras).
Quise comprobar la carga del alternador, seguramente cargarían las baterías en unas 8 horas como me decías, pero el viernes cuando me fui a casa deje el motor en marcha para comprobarlo el sábado y los del puerto me dijeron que lo apagaron a las dos de la madrugada, mira que son capullos, cuando les dije para que lo había dejado encendido no tuvieron más que callarse, es que son de un listo. (Si estoy seguro que se quedaron callados hasta que lo contaron en la cantina tomando un par absentas para pasarlo, pero tu tranquilo que personajes te vas a encontrar en todas partes, haz la prueba en otro puerto y verás cómo es así)
Bueno Nano, no te aburro más, si ves lo bonito que está quedando con las cositas que le estamos haciendo, Maria, mi mujer quitó todos esos cerrojos de los cajones y puertas -los que hay que meter un dedo y apretar-, que al final te acabas rompiendo algún dedo y puso tiradores de cerámica diseñados por ella, (lanzamiento de cuchillos asegurado en la primera escorada, quedará precioso si de eso estoy seguro), la teca de la cubierta le dimos con un barniz precioso, no veas como brilla, no entiendo la gente como tiene esas maderas tan secas y feas con lo fácil que es, fíjate que todo el que pasaba y nos veía con el rodillo nos hacía fotos, seguro que más de uno nos está copiando, (Segurísimo, en la náutica no hay más que espías, es mejor que estas cosas las hagas de noche, así nadie te copia), por último estamos esperando un lavaplatos encargado a medida, aunque me sigue preocupando el tema del fallo de los enchufes, veremos que ocurre.(nada hombre seguro que la sirvienta solventará el fallo con esponja de lana de seda para la cerámica fina).
Bueno Nano espero que nos veamos sobre todo navegando, un fuerte abrazo y gracias.
(Gracias a ti por decirme por donde estarás navegando, tomaré rumbo contrario seguro)
PD: Nosotros llevamos tiradores de cerámica, pero con cerrojo.
Me pidió que le hiciera un check list, y le aconsejara algunas mejoras, ya que se va un mes a las islas.
Contestación: *Lo marcado en negrita son mis pensamientos.
Hola nano, creo que hay cosas de las que me pones que no las veo necesarias, por ejemplo, para que quiero llevar un impeler de recambio, si el barco es nuevo. (Claro se me olvidaba que era nuevo y que la marca garantiza que tiene orden el mar de no poner plásticos por la proa de los “nuevos”)
Otra cosa, la línea de vida tampoco la voy a poner, cuando se la enseñe a mi mujer dijo que alguien podría tropezar con ella, y claro visto así creo tiene razón, además que queda fea. (Nada hombre, si es un cosa sin importancia, yo te lo puse pensando en que alguna utilidad le darías, como poner las zapatillas debajo para que no se vuelen)
La balsa salvavidas tampoco la vamos a poner, quita espacio en la cubierta y mi señora se queda si solárium, de todas formas tengo un buen seguro.(Ole tus huevos).
Ampliar la cadena de fondeo, pues hablé con el vendedor me dijo que llevamos bastante, y creo que tiene razón con 20 metros de cadena más los 20 de cabo, para el barco es suficiente, de todas formas como mucho pensamos dormir fondeados dos o tres noches nada más. (Coño dilo antes, si solo vas a fondear para dormir, nada, incluso reduce cadena y ya puestos el ancla que pesa un huevo quítalo y pon una piedra, total para un 12 metros de eslora es suficiente)
Otra de las cosas que no entiendo, me dices que aumente el banco de las baterías de servicio, llevo buscando el puto banco dos horas hasta que me di cuenta que el servicio es manual, joe que susto, así que nada lo dejamos tal cual. (Si es que por esas cosas eras el primero de la clase leches).
Las bombillas de recambio compré las del interior, las de navegación no, ya que están en la punta del palo. (Claro hombre, esas “ni tocarlas” que total si están tan altas serán que no sirven pa mucho).
Oye aprovecho para preguntarte una cosa, el otro día salimos con unos amigos, nada a pasear un poco,- y mi mujer, menos mal que se fija en estas cosas-, se dio cuenta que los enchufes de 220 voltios no funcionaban, ¡ninguno¡ no pudimos cargar el móvil, cuando volvimos al puerto y yo con un cabreo –que te puedes imaginar- a punto de llamar a la náutica , de repente se pusieron a funcionar, chico fue cosa milagrosa, la nevera funcionaba bien y en cuanto llegamos a puerto lo primero que hago es conectarme a la tierra como me dijiste. No sé qué hacer, les llamo para que comprueben?, es que no me quedo tranquilo. (Nada hombre lo único que tienes que hacer es poner un cable de la distancia de navegación al puerto, así no te quedarás sin corriente en los enchufes de 220)
Otra cosa que se me olvidaba, lo de las bombas de achique, lo dejo como está con la automática solamente, ya que me dijeron en la náutica que es un barco seco, cosa que me dejó muy tranquilo. (Si claro, si secos son todos, hasta que dejan de serlo y necesitamos achique, pero no pasa nada tienes un buen seguro)
Cada vez que escribo me acuerdo de más cosas, disculpa pero tengo tantas cosas en la cabeza que olvido la mayoría, (no coment) mira el otro día un tío de un barco de al lado me pregunto que si mi génova era de 130 o 150, y yo la verdad ante la pregunta le dije que no lo sabía, preferí eso a decirle que vale bastante más. No sé dónde compra este hombre las velas tan baratas, pero si tú conoces el sitio me lo podías decir, que veo que esto de la náutica los que sabéis donde comprar tenéis ventaja. (Yo te lo digo hombre, el sastre de mi pueblo, le llevas las medidas y le dices los colores que quieres y en un par de días tienes las cortinas, perdón las velas).
Otra cosa curiosa que le ocurre al barco, de vez en cuando tira espuma por un lado, es rarísimo, mi mujer no pudo verlo y no se lo cree, dice que soy un maniático, si en vez de estar duchándose hubiera estado fuera lo hubiera visto, que es un lista. (Es lo que tienen los barcos nuevos, de vez en cuando tiran espuma, es para limpiar el casco, muy modernos ellos, seguramente la próxima vez sea tu mujer la que lo vea mientras tu estás en la ducha).
Nano no quiero hincharte a preguntas (No pares por favor, me estás arreglando el año, el sentido del humor ya despierta en mi) pero, a ti te pasó alguna vez que en el puerto te digan que procures llamar por el canal 9 antes de entrar, yo nada más estar por la bocana aprieto el botón 9 de la emisora, y cuando me ven van pitando al atraque, no es suficiente?. (Seguramente te falta apretarle varias veces hasta que escuchen el timbre, de todas formas estoy convencido que están pendientes de ti desde que sales y respiran, hasta que entras).
Quise comprobar la carga del alternador, seguramente cargarían las baterías en unas 8 horas como me decías, pero el viernes cuando me fui a casa deje el motor en marcha para comprobarlo el sábado y los del puerto me dijeron que lo apagaron a las dos de la madrugada, mira que son capullos, cuando les dije para que lo había dejado encendido no tuvieron más que callarse, es que son de un listo. (Si estoy seguro que se quedaron callados hasta que lo contaron en la cantina tomando un par absentas para pasarlo, pero tu tranquilo que personajes te vas a encontrar en todas partes, haz la prueba en otro puerto y verás cómo es así)
Bueno Nano, no te aburro más, si ves lo bonito que está quedando con las cositas que le estamos haciendo, Maria, mi mujer quitó todos esos cerrojos de los cajones y puertas -los que hay que meter un dedo y apretar-, que al final te acabas rompiendo algún dedo y puso tiradores de cerámica diseñados por ella, (lanzamiento de cuchillos asegurado en la primera escorada, quedará precioso si de eso estoy seguro), la teca de la cubierta le dimos con un barniz precioso, no veas como brilla, no entiendo la gente como tiene esas maderas tan secas y feas con lo fácil que es, fíjate que todo el que pasaba y nos veía con el rodillo nos hacía fotos, seguro que más de uno nos está copiando, (Segurísimo, en la náutica no hay más que espías, es mejor que estas cosas las hagas de noche, así nadie te copia), por último estamos esperando un lavaplatos encargado a medida, aunque me sigue preocupando el tema del fallo de los enchufes, veremos que ocurre.(nada hombre seguro que la sirvienta solventará el fallo con esponja de lana de seda para la cerámica fina).
Bueno Nano espero que nos veamos sobre todo navegando, un fuerte abrazo y gracias.
(Gracias a ti por decirme por donde estarás navegando, tomaré rumbo contrario seguro)
PD: Nosotros llevamos tiradores de cerámica, pero con cerrojo.
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Esta vez no hago comentarios, se masca la tragedia.
Diario recibido:
Hola Nano. Estuve escribiendo un diario de a bordo.
Lunes 4 de julio de 2011.
- El velero “Tío Gilito” suelta amarras del náutico Costa Blanca
Eran las 10 de la mañana cuando decidimos definitivamente que era el momento, en nuestro pantalán un grupo de familiares nos despedía, no sin antes preguntarnos mil veces si estábamos seguros de lo que íbamos a hacer.
Abundantemente cargados de agua, cerveza, vino, comida de catering, y algunas cosas indispensables para tan aventurera travesía, portátil, móvil, cartas de poker, maquinilla de afeitar, etc.
Nuestro rumbo, Puerto de Morarira. Nada más pasar el cabo de las Huertas el viento empieza a subir un poco, pero nos viene por delante, cuantas veces me dijeron que en el mediterráneo se navega así, ahora me acuerdo que el viento predominante es de proa, bueno dejamos la mayor puesta que con lo que cuesta ponerla…
Unas pequeñas olas nos salpican la cara, que placer es relamerse esa sal, que marino me siento, no ponemos la capota, preferimos sentir esas nada molestas salpicaduras.
Con el motor que pusimos, en poco tiempo estamos en Moraira, navegamos a 8.5 nudos.
Gracias a que me solucionaron el tema de los enchufes de 220v,( me instalaron un nosequegeneraleches, que además me costó 4.500 €, ya lo podían haber solucionado en el astillero, cuando vuelve miraré si la garantía me lo cubre) pude llamar por teléfono desde la bocana al puerto, me dijeron que me pusiera en el muelle de espera, y mandan huevos que al final de no encontrarlo me puse en la gasolinera, en ese momento estaban los muchachos de la Guardia Civil y empezaron a pedirme todos los papeles, menos mal que los tengo en una carpeta, me pidieron permiso para subir y ver lo que llevaba, sin problema, hasta que ven el wáter y al abrir la puerta ven unas llaves que hay que parecen de mangueras de riego, me dicen que en puerto tengo que utilizar el tanque de KK, les digo que lo tengo donde viene instalado, se lo enseño fuera en estribor al levantar el pañol, y me quedo pensando que quien coño lo puso ahí, la tapa es grande vale, pero sentarse ahí en medio del puerto con tanta gente pasando, cada vez pienso que la gente de mar sois de una pasta especial.
De todas formas me da seguridad ver que cada vez que salgo la Guardia Civil está presente y me para, para preguntarme donde voy y esas cosas, que bien, me siento tranquilo.
Martes 5 de julio de 2011.
-Decidimos salir muy temprano como me aconsejaste rumbo Formentera.
-Son las 5 de la madrugada y tras desayunar soltamos amarras, para despedirme del marinero toco varias veces la bocina de niebla, que por cierto es como la de un camión, y cuál es mi sorpresa cuando de distintos barcos salen a darnos la despedida, no pude entender bien lo que decían pues eran la mayoría extranjeros, pero seguro que por sus gestos les habíamos caído bien, que agradables, hasta el marinero desde la bocana nos hacía gesto con las manos, indicándonos la salida. Este mundo tiene su encanto.
Pongo el piloto automático con el ordenador, que gozada el solito nos lleva, en mi intento de aprender a navegar a vela, saco todo el génova, y la mayor, pero no hay viento, me traje diez pares de guantes, pero ninguno hace que no tenga que hacer fuerza a la hora de tirar de los cabos, es lo único molesto de las velas. Me hablaron de electrificar los winchs, pero yo no quiero tener un antirrobo quiero una ayuda, además si alguien lo toca sin querer menudo susto.
Me toca volver a quitar el génova, bueno esto será cuestión de práctica me imagino.
Son las 12 del mediodía , Maria está encantada, saca de la nevera una botella de cava y unos saladitos para estrenarnos en el mar.
Son las 14 horas, los saladitos y el cava están en el fondo del mar, creo es mala idea eso del cava en el barco, mi cabeza está en Australia y mi cuerpo en Francia.
María dice que cuando lleguemos a Formentera necesita un Spa.
Son las 16 horas, estamos llegando, el mar se pone tonto y otra vez nos rocía la cara, la sal se seca en los labios, la lengua la tengo como una puta alpargata, con la gracia que me hacía al principio, intento poner la capota, pero nada algo falta.
Son las 17 horas, ya estamos intentando coger la puta boya, van 10 intentos, al final una gente muy amable viene con una zodiac para ayudarnos, les regalamos la caja de cava.
Bueno, esta será nuestra primera noche durmiendo fondeados, bueno a una boya.
Miercoles 6 de julio de 2011.
-Grrgrgrtfrfffrgrf. No dormí en el barco, dormí en una batidora, creo que algún capullo estuvo moviendo el barco toda la noche, debe ser un ritual para los iniciados, así me lo tomo, ya que todos los demás están en sus bañeras desayunando tan fantásticamente, algunos dándose un bañito, y creo que es lo que voy a hacer.
Joder, el agua está fría de cojones, y más salada que ayer mi bigote, salgo pitando del agua me seco y la toalla se queda tiesa de pie. Por fin María sale de su letargo, esta noche me tomo una de sus pastillas.
El sol empieza a pegar de lo lindo, y sacamos la sombrilla que traíamos para la playa a modo de protección, ahora que lo pienso, si, tendría que haber puesto un toldo, en medio metro cuadrado desayunamos, un buen café esspreso.
Acordándome del día anterior, repaso la capota, joder veo que tiene una funda que hay que quitar antes de intentar abrir, grgrgrg. Bueno ya está.
Hoy pasaremos al día aquí.
14 horas.
-Aquí no hay quien esté, hace un calor de la ostia, doscientas motos de agua pasando por alrededor, todo el mundo en el agua montando un follón de la leche, el barco que tenemos delante está haciendo una barbacoa y el humo se nos está metiendo hasta por el culo.
Se nos aproxima una auxiliar y nos indica que son los de la barbacoa, una familia argentina, y que si queremos que nos invitan, declinamos dicha invitación, ya tenemos el olor metido y la grasa que se va acumulando en nuestra teca barnizada y hace que sea una puñetera pista de patinaje, dos veces me dejo los piños en la rueda, me cago en los inventos no contrastados.
19 horas
Ya está bien de fondeo, nos vamos a puerto.
Tenemos reserva en marina Botafoch. Muy amablemente por teléfono nos indican nuestro amarre y una auxiliar del puerto nos guía, una vez atracados el marinero nos pregunta si tenemos algún problema con la radio, y le digo que es nueva pero que no se escucha nada, con nuestro permiso sube para mirar, y me dice que el scuelche o algo así estaba a tope, si efectivamente ahora se escucha de todo, que amable, ya me quejaré que estaba desajustada.
23 horas
Me duele hasta el último de mis músculos, es más acabo de descubrir que tengo unos en el culo.
Cena y a dormir.
01 horas
Que coño pasa, un sonido me despierta, salto de la cama me como la cubierta, nariz sangrando, María roncando con sus pastillas en el cuerpo, los pies están vibrando, con una toalla me tapo la nariz, y veo que el lavavajillas está en marcha, me cago en la madre que parió al inventor de los programadores.
Jueves 7 de julio de 2011
-Mientras María sigue en su planeta yo me levanto con una nariz del tamaño de una pelota de tenis, y más dolorida que mi culo. Con el reojillo miro el puto lavavajillas y a punto esta de salir por la borda. “Tú ni me mires cabrón”.
Creo que todos los astros se están poniendo de acuerdo para putearme.
María asoma la cabeza sobre las 11 de la mañana, y lo primero que dice, es –Pedro aquí hace un calor de la leche, no tendríamos que poner aire acondicionado.
Y yo le contesto, si seguro que es tan buena idea como la del lavavajillas.
- Pedro, es lavavajillas está apagado, fuiste tú?
- Pues si, se puso en funcionamiento de madrugada.
- Claro, lo programé yo para que no me despertara antes de entrar en fase rem.
Me cago en…….
Hoy comeremos fuera.
Hace unos cuantos años que descubrí con los compañeros de la empresa un sitio donde se come de cine y por cuatro euros, directitos que vamos.
Nada más entrar se acuerdan de mi perfectamente, la verdad que íbamos dos veces por semana una diez personas, les digo que esta vez vengo con mi señora, que tenemos un velero y estamos en el puerto, Ahhhh tienen un velero? Me pregunta, y de qué tamaño? Le doy todas las explicaciones, que es nuevo que está equipadísimo etc, ellos muy amablemente nos ponen en la mejor mesa, aunque estaba reservada.
Tras comer varias cosas especialidad de la casa, y dejados llevar por tan amable camarero, nos traen la cuenta, con una botellita de licor de hierbas, jojderrrrrr 300 € la puta comida, que se piensan que por tener un barco soy rico, me cago en su pu….. m….dre, a pagar y callar, pero estos tíos no me ven el pelo en la vida.
Para el barco a descansar, que todavía me duele todo, y ahora hasta la cartera me duele.
Estamos a bordo, un descanso.
María se va a la ducha, yo me quedo en la bañera observando el cielo, que a estas horas está cubierto por unas nubes muy gruesas a la vez que blanquecinas.
El marinero desde el pantalán me llama, bajo del barco y me indica que por favor o empleamos otro tipo de jabón para la ducha o utilicemos las duchas del puerto, que es un poco cantoso el espumarajeo que estamos haciendo, señalando al costado del barco. Me quedo mudo por un instante, y le contesto que de acuerdo.
-¡¡Maríaaaaaaaaa!!!!!, la llamo mientras me asomo por el tambucho, misterio de la jodida espuma resuelto, es de la ducha mandan huevos.
Tras ducharme, eso sí casi sin jabón, me doy cuenta que las horas pasan volando, es casi la hora de cenar. Hacemos cuenta de un exquisito catering con un delicioso vino, esperando no se repita el episodio del cava.
Viernes 8 de julio de 2011
Las pastillitas de María son una maravilla.
Son las 11 de la mañana cuando abro los ojos. Sopla una ligera brisa, es momento de navegar de verdad.
Decididos a salir, llega el marinero y nos pregunta, efectivamente vamos a salir le contesto, y a su segunda pregunta, no, no volvemos nos dirigimos a dar la vuelta a la isla, pues entonces tienen que pasar antes por capitanía a pagar, me contesta. Ok. Joe se me había olvidado.
Cojo mis papeles y todo orgulloso de mi mismo me dirijo a capitanía, mis primeros pasos son acelerados, cuanto antes termine antes salimos, tras casi 20 paso el calor me está matando, una gorrita no estaría mal, descalzo, los pies me queman, y capitanía cada vez más lejos parece que esté. Con los huevos más sudaos que un cura en un puticlub, entro por la puerta, con un hola muy amable me saludan, comienza el trámite burocrático, todo correcto, la cuenta, ¡Ostiassssss! Me dejé la cartera en el barco, ok, ahora vuelvo. Mis pies parece que están en carne viva, la cabeza con mi calva un semáforo en rojo, y los cojones más hinchados que un balón de playa. María me espera bajo la sombrilla y me dice, -Te dejaste la cartera cariño, y te podías poner una gorra que tienes la cabeza quemada. La quiero tanto que me quedo callado, pero me dan ganas de meterla en el lavavajillas. Cojo cartera, me intento poner unas deportivas en los pies, pero solo el roce me hacen soltarlas de golpe, nada, con las chanclas, y ale … caminito que lleva a belén tan tan tan .
Paseíto, capitanía de ida, capitanía de vuelta. Una noche 75€ ni que fuera el Ritz.
Son las 13 horas, esto parece la autopista del Mediterráneo en la operación salida, salen por todos los lados, las lanchas a toda pastilla, doscientos trescientos barcos alrededor, bueno ya estamos fuera, dispuestos a navegar, mis manos ya debilitadas logran subir toda la mayor, Génova fuera, ahora si estamos navegando. A lo lejos veo una lancha de la Guardia Civil, que bien se siente uno cuando ve que tenemos vigilancia por si pasa algo. Diez minutos pasan, vamos a todo trapo, empiezo a pillar el tranquillo a esto, escucho una megafonía fuerte por la popa, es la Guardia Civil, me ordena que pare el barco, cachis con lo bien que estaba navegando, velas abajo, sudada del copón, papeles, nada todo en regla.
Me pongo otros guantes y ale, otra vez velas arriba, esto me empieza a tocar las pelotas, 500 barco soy el único que va a vela, y al único que paran, será por ser barco nuevo.
Tomamos rumbo a Santa Eulalia, para hacer fondeo en Cala Llonga, como me habían aconsejado. Bonito paisaje, que maravilla esto de navegar.
El viento empieza a subir un poco, lo tenemos de través, que maravilla. De repente escucho los gritos de María que me llama, bajo cagando leches y veo la vajilla, los cubiertos, los vasos, todo tirado por medio, una ola y otro armario que se abre, las bandejas de desayuno salen volando y como no, una contra mi nariz. Creo fue mala idea quitar los cerrojos, pronto aprendemos a hacer unos nudos trincando todos los tiradores de cerámica, un cabito rojo que llevábamos no se pa que, el barco por dentro ahora parece una cámara de alta seguridad con los láseres puestos, cabo por todos lados, pero estoy tranquilo, si alguien se tiene que romper la crisma soy yo, a María no le pasa nunca nada.
Con unos cuantos cortecitos en las manos de los cuchillos, con la nariz otra vez como una pelota, con dos algodones por fosa, salgo a cubierta, veo un yate bastante grande que viene por babor en rumbo de colisión, no pasa nada, voy a vela y tengo preferencia.
¡¡¡¡¡ME CAGO EN LA PREFERENCIA, EN EL YATE Y TODAS LAS FORMAS DE VIDA DENTRO DE EL!!!!!
¡Una gran mierda eso de las preferencias de paso! Si es más grande que tú apártate, una cosa más que acabo de aprender.
Todavía tengo dos bultos en la garganta que no tengo ni idea si son mis testículos o los del barco, pedazo de bestia, tuve que virar a babor y pasó a escasos 10 metros sin variar un grado su rumbo, y encima unos niñatos con sus copitas en las manos nos saludan, ya le sienten como a mí el cava.
Esto de navegar empieza convertirse en una pesadilla.
A esto sale María y me dice, cariño no des voces, que las voces no dan la razón, ahora ya me cago en Frued y en el refranero de los cojones.
Tengo los brazos que no los siento, el culo más apretado que Mourinho en un bar del Barça, las manos en carne viva, los pies quemados de cada vez que los pongo descalzos en la teca barnizada, mi cabeza parece la barriga de un alemán tras 15 días en nuestras playas.
¡Qué bonito es navegar!
Llegamos a Cala Llonga.
Por fin voy a descansar. Si si, por los cojones, venga ancla cariño quédate en el fondo, tres intentonas, toda la cadena y más de la mitad del cabo y nada, la pequeña brisa del este hace que el ancla garree, a la mierda. Tuve que ampliar cadena, ahora estoy seguro.
Pues a seguir navegando, María encantada, dice que mejor, que así hace menos calor, claro ella a la sombra y yo tostándome como lagarto en el desierto. Eso sí, barriga llevaré de vuelta seguro, llevo una caja de cerveza en toda la mañana.
Pues para puerto directo. Gracias a un a contacto logro atraque en Santa Eulalia, tras varios intentos logro contactar por radio, que bien, que orgulloso me siento, mi lado náutico ya absorbe las enseñanzas, comienzo a recordar las clases.
La maniobra ya la tengo casi dominada, creo que para la próxima ya me atreveré a estibar las defensas cuando salga.
Pero que bien se está en puerto. Pronto descubro el encanto de las duchas en tierra, poder cagar a gusto, sin palancas, sin vaivenes, aunque tengo que reconocer que el suelo se mueve, pero lo prefiero.
Cuando llego al barco veo a dos marineros en la popa, y mi mujer hablando con ellos, de repente me ve y se pone a llorar, -Pensé que te habías caído al agua. Me dice. Mandan huevos, es que no sé nadar acaso. Los marineros dicen que no pasa nada y se marchan.
Creo que esto me empieza a gustar, por lo menos el estar en puerto.
Cariño quieres una cerveza, me pregunta María, y le contesto que sí, pero en el chiringuito del puerto, estoy sin arreglar me dice, le digo que yo voy y que la espero ahí.
Tres cuartos de hora dan para mucho, y sobre todo para mucha cerveza helada, cuando aparece María llevo una tajada del quince, pero que me quiten lo bailao.
Le digo. - Niña come algo, yo te puedo recomendar la cerveza.
Y me mira con una cara de esas que ponen las mujeres cuando algo no les gusta, como cuando van de compras y les dices que la tarjeta te la dejaste en casa. Pues igual.
Ahora ya no me duele nada, será la anestesia del alcohol.
Abro los ojos, son las 21 horas, estoy tumbado en la bañera del barco, no tengo ni la más remota idea de cómo llegué aquí, me intento levantar, pero esto se mueve más que… que coñño el que se mueve como una peonza soy yo, zas resbalón con la teca, ostión contra la colchoneta, nariz de nuevo sangrando, me quedo tal cual, y la cabeza de María asoma diciendo, ¡venga a dormir, que la borrachera es tuya y yo no pienso aguantarla!
Joder, con lo guapa que la veía ayer y hoy es como la Rotenmeyer esa. Estoy a punto de meterla en el lavavajillas y utilizarla de fondeo. Pero qué razón tiene.
Sábado 9 de julio
DESPERTARES.
-Escucho una prepotente voz, o eso me parece, que dice,
-Arriba que son las 12 de la mañana.
-Joder María, no ves que estoy durmiendo.
-Si por eso, que te despiertes, que ya te vale el numerito de anoche.
Si hay algo que nos haga despertar de un salto a los hombres es eso de “el numerito de anoche”. Mi cuerpo como si tuviera un resorte se intenta poner derecho, y hoy la verdad, derecho ni en una tubería.
-Pero qué coño paso anoche, de que numerito me hablas? Ingenuo de mí le pregunté.
Y eso si toca las pelotas, sobre todo cuando te tienen que llevar al barco dos ingleses talla XXXL tras haberte puesto en bolas en la barra a cantar el hey de Julio Iglesias.
Que decir que tras pedir quince millones de veces perdón a María, le pedí que fuera ella a pagar el puerto, ya sabéis, la vergüenza y esas cosas que nos pasan tras un pedo monumental. Pero qué coño, soy marino y lo llevo en las venas… ¿o no?
La verdad que no tengo ni la más mínimas ganas de navegar, pero por no escuchar el pito de María, pues nos ponemos a ello, bueno me pongo yo, ya que ella dice que no piensa mover un dedo, (como su hubiera movido alguno antes).
Empiezo a controlar las velas y cada vez me cuesta menos izarlas, me di cuenta que si suelto unas palancas negras por donde pasan los cabos, cuesta muy poco.
Qué maravilla es navegar, excepto cuando escucho el cada vez más chirriante sonido de las cuerdas vocales de María, como en años no me había dado cuenta que su voz se mete desde los oídos hasta el hígado.
-Cariño te preparo un sándwich de pechuga de pavo de la granja ecológica con brotes de jazmín en aceite de oliva del monte chas.
-No déjalo, ahora bajo a mirar que hay. Le contesté.
Cuando estuvo en cubierta le dije que controlara un poco y bajé, me preparé un bocata de barra entera, de jamón serrano con unas rodajas de tomate, aceite de oliva made in Spain, el mejor, y una buena cerveza helada, esta nevera, esta nevera, cada vez estoy más enamorado de ella, creo que cuando llegue a puerto quito el lavavajillas y pongo otra nevera.
Nada más subir tuve lección de la cantidad de colesterol que acarreaba semejante bocadillo, y por supuesto el tema de la cerveza, tuve hasta amenaza de sacarlas de la nevera, ahora que mi contestación -¡no cerveza fría igual a no lavavajillas!
Seguía navegando, que placer.
El Mediterráneo es grande verdad?
¡¡Por qué cojones con lo grande que es y con la cantidad de barcos que hay, la Guardia Civil tiene que tocarme los cojones a mí!! Otra vez llamadita, megafonía, quita velas, saluda amablemente, registro de barco, papeles, y nada otra vez nada. Buena travesía me dicen, joder si me dejáis a lo mejor logro navegar. Grgrgrgrg. Prefiero no verlos más, que vigilen a su p…. md…
Velas arriba de nuevo. Coño, y María?, no la veo, no tendré la suerte y se habrá pasado a la patrullera?
Escucho unos ronquidos, es ella, ni me molesto, solo bajo a por otra cerveza, aprovecho y saco toda esa mierda ecológica y meto dos cajas más de birras.
Diario recibido:
Hola Nano. Estuve escribiendo un diario de a bordo.
Lunes 4 de julio de 2011.
- El velero “Tío Gilito” suelta amarras del náutico Costa Blanca
Eran las 10 de la mañana cuando decidimos definitivamente que era el momento, en nuestro pantalán un grupo de familiares nos despedía, no sin antes preguntarnos mil veces si estábamos seguros de lo que íbamos a hacer.
Abundantemente cargados de agua, cerveza, vino, comida de catering, y algunas cosas indispensables para tan aventurera travesía, portátil, móvil, cartas de poker, maquinilla de afeitar, etc.
Nuestro rumbo, Puerto de Morarira. Nada más pasar el cabo de las Huertas el viento empieza a subir un poco, pero nos viene por delante, cuantas veces me dijeron que en el mediterráneo se navega así, ahora me acuerdo que el viento predominante es de proa, bueno dejamos la mayor puesta que con lo que cuesta ponerla…
Unas pequeñas olas nos salpican la cara, que placer es relamerse esa sal, que marino me siento, no ponemos la capota, preferimos sentir esas nada molestas salpicaduras.
Con el motor que pusimos, en poco tiempo estamos en Moraira, navegamos a 8.5 nudos.
Gracias a que me solucionaron el tema de los enchufes de 220v,( me instalaron un nosequegeneraleches, que además me costó 4.500 €, ya lo podían haber solucionado en el astillero, cuando vuelve miraré si la garantía me lo cubre) pude llamar por teléfono desde la bocana al puerto, me dijeron que me pusiera en el muelle de espera, y mandan huevos que al final de no encontrarlo me puse en la gasolinera, en ese momento estaban los muchachos de la Guardia Civil y empezaron a pedirme todos los papeles, menos mal que los tengo en una carpeta, me pidieron permiso para subir y ver lo que llevaba, sin problema, hasta que ven el wáter y al abrir la puerta ven unas llaves que hay que parecen de mangueras de riego, me dicen que en puerto tengo que utilizar el tanque de KK, les digo que lo tengo donde viene instalado, se lo enseño fuera en estribor al levantar el pañol, y me quedo pensando que quien coño lo puso ahí, la tapa es grande vale, pero sentarse ahí en medio del puerto con tanta gente pasando, cada vez pienso que la gente de mar sois de una pasta especial.
De todas formas me da seguridad ver que cada vez que salgo la Guardia Civil está presente y me para, para preguntarme donde voy y esas cosas, que bien, me siento tranquilo.
Martes 5 de julio de 2011.
-Decidimos salir muy temprano como me aconsejaste rumbo Formentera.
-Son las 5 de la madrugada y tras desayunar soltamos amarras, para despedirme del marinero toco varias veces la bocina de niebla, que por cierto es como la de un camión, y cuál es mi sorpresa cuando de distintos barcos salen a darnos la despedida, no pude entender bien lo que decían pues eran la mayoría extranjeros, pero seguro que por sus gestos les habíamos caído bien, que agradables, hasta el marinero desde la bocana nos hacía gesto con las manos, indicándonos la salida. Este mundo tiene su encanto.
Pongo el piloto automático con el ordenador, que gozada el solito nos lleva, en mi intento de aprender a navegar a vela, saco todo el génova, y la mayor, pero no hay viento, me traje diez pares de guantes, pero ninguno hace que no tenga que hacer fuerza a la hora de tirar de los cabos, es lo único molesto de las velas. Me hablaron de electrificar los winchs, pero yo no quiero tener un antirrobo quiero una ayuda, además si alguien lo toca sin querer menudo susto.
Me toca volver a quitar el génova, bueno esto será cuestión de práctica me imagino.
Son las 12 del mediodía , Maria está encantada, saca de la nevera una botella de cava y unos saladitos para estrenarnos en el mar.
Son las 14 horas, los saladitos y el cava están en el fondo del mar, creo es mala idea eso del cava en el barco, mi cabeza está en Australia y mi cuerpo en Francia.
María dice que cuando lleguemos a Formentera necesita un Spa.
Son las 16 horas, estamos llegando, el mar se pone tonto y otra vez nos rocía la cara, la sal se seca en los labios, la lengua la tengo como una puta alpargata, con la gracia que me hacía al principio, intento poner la capota, pero nada algo falta.
Son las 17 horas, ya estamos intentando coger la puta boya, van 10 intentos, al final una gente muy amable viene con una zodiac para ayudarnos, les regalamos la caja de cava.
Bueno, esta será nuestra primera noche durmiendo fondeados, bueno a una boya.
Miercoles 6 de julio de 2011.
-Grrgrgrtfrfffrgrf. No dormí en el barco, dormí en una batidora, creo que algún capullo estuvo moviendo el barco toda la noche, debe ser un ritual para los iniciados, así me lo tomo, ya que todos los demás están en sus bañeras desayunando tan fantásticamente, algunos dándose un bañito, y creo que es lo que voy a hacer.
Joder, el agua está fría de cojones, y más salada que ayer mi bigote, salgo pitando del agua me seco y la toalla se queda tiesa de pie. Por fin María sale de su letargo, esta noche me tomo una de sus pastillas.
El sol empieza a pegar de lo lindo, y sacamos la sombrilla que traíamos para la playa a modo de protección, ahora que lo pienso, si, tendría que haber puesto un toldo, en medio metro cuadrado desayunamos, un buen café esspreso.
Acordándome del día anterior, repaso la capota, joder veo que tiene una funda que hay que quitar antes de intentar abrir, grgrgrg. Bueno ya está.
Hoy pasaremos al día aquí.
14 horas.
-Aquí no hay quien esté, hace un calor de la ostia, doscientas motos de agua pasando por alrededor, todo el mundo en el agua montando un follón de la leche, el barco que tenemos delante está haciendo una barbacoa y el humo se nos está metiendo hasta por el culo.
Se nos aproxima una auxiliar y nos indica que son los de la barbacoa, una familia argentina, y que si queremos que nos invitan, declinamos dicha invitación, ya tenemos el olor metido y la grasa que se va acumulando en nuestra teca barnizada y hace que sea una puñetera pista de patinaje, dos veces me dejo los piños en la rueda, me cago en los inventos no contrastados.
19 horas
Ya está bien de fondeo, nos vamos a puerto.
Tenemos reserva en marina Botafoch. Muy amablemente por teléfono nos indican nuestro amarre y una auxiliar del puerto nos guía, una vez atracados el marinero nos pregunta si tenemos algún problema con la radio, y le digo que es nueva pero que no se escucha nada, con nuestro permiso sube para mirar, y me dice que el scuelche o algo así estaba a tope, si efectivamente ahora se escucha de todo, que amable, ya me quejaré que estaba desajustada.
23 horas
Me duele hasta el último de mis músculos, es más acabo de descubrir que tengo unos en el culo.
Cena y a dormir.
01 horas
Que coño pasa, un sonido me despierta, salto de la cama me como la cubierta, nariz sangrando, María roncando con sus pastillas en el cuerpo, los pies están vibrando, con una toalla me tapo la nariz, y veo que el lavavajillas está en marcha, me cago en la madre que parió al inventor de los programadores.
Jueves 7 de julio de 2011
-Mientras María sigue en su planeta yo me levanto con una nariz del tamaño de una pelota de tenis, y más dolorida que mi culo. Con el reojillo miro el puto lavavajillas y a punto esta de salir por la borda. “Tú ni me mires cabrón”.
Creo que todos los astros se están poniendo de acuerdo para putearme.
María asoma la cabeza sobre las 11 de la mañana, y lo primero que dice, es –Pedro aquí hace un calor de la leche, no tendríamos que poner aire acondicionado.
Y yo le contesto, si seguro que es tan buena idea como la del lavavajillas.
- Pedro, es lavavajillas está apagado, fuiste tú?
- Pues si, se puso en funcionamiento de madrugada.
- Claro, lo programé yo para que no me despertara antes de entrar en fase rem.
Me cago en…….
Hoy comeremos fuera.
Hace unos cuantos años que descubrí con los compañeros de la empresa un sitio donde se come de cine y por cuatro euros, directitos que vamos.
Nada más entrar se acuerdan de mi perfectamente, la verdad que íbamos dos veces por semana una diez personas, les digo que esta vez vengo con mi señora, que tenemos un velero y estamos en el puerto, Ahhhh tienen un velero? Me pregunta, y de qué tamaño? Le doy todas las explicaciones, que es nuevo que está equipadísimo etc, ellos muy amablemente nos ponen en la mejor mesa, aunque estaba reservada.
Tras comer varias cosas especialidad de la casa, y dejados llevar por tan amable camarero, nos traen la cuenta, con una botellita de licor de hierbas, jojderrrrrr 300 € la puta comida, que se piensan que por tener un barco soy rico, me cago en su pu….. m….dre, a pagar y callar, pero estos tíos no me ven el pelo en la vida.
Para el barco a descansar, que todavía me duele todo, y ahora hasta la cartera me duele.
Estamos a bordo, un descanso.
María se va a la ducha, yo me quedo en la bañera observando el cielo, que a estas horas está cubierto por unas nubes muy gruesas a la vez que blanquecinas.
El marinero desde el pantalán me llama, bajo del barco y me indica que por favor o empleamos otro tipo de jabón para la ducha o utilicemos las duchas del puerto, que es un poco cantoso el espumarajeo que estamos haciendo, señalando al costado del barco. Me quedo mudo por un instante, y le contesto que de acuerdo.
-¡¡Maríaaaaaaaaa!!!!!, la llamo mientras me asomo por el tambucho, misterio de la jodida espuma resuelto, es de la ducha mandan huevos.
Tras ducharme, eso sí casi sin jabón, me doy cuenta que las horas pasan volando, es casi la hora de cenar. Hacemos cuenta de un exquisito catering con un delicioso vino, esperando no se repita el episodio del cava.
Viernes 8 de julio de 2011
Las pastillitas de María son una maravilla.
Son las 11 de la mañana cuando abro los ojos. Sopla una ligera brisa, es momento de navegar de verdad.
Decididos a salir, llega el marinero y nos pregunta, efectivamente vamos a salir le contesto, y a su segunda pregunta, no, no volvemos nos dirigimos a dar la vuelta a la isla, pues entonces tienen que pasar antes por capitanía a pagar, me contesta. Ok. Joe se me había olvidado.
Cojo mis papeles y todo orgulloso de mi mismo me dirijo a capitanía, mis primeros pasos son acelerados, cuanto antes termine antes salimos, tras casi 20 paso el calor me está matando, una gorrita no estaría mal, descalzo, los pies me queman, y capitanía cada vez más lejos parece que esté. Con los huevos más sudaos que un cura en un puticlub, entro por la puerta, con un hola muy amable me saludan, comienza el trámite burocrático, todo correcto, la cuenta, ¡Ostiassssss! Me dejé la cartera en el barco, ok, ahora vuelvo. Mis pies parece que están en carne viva, la cabeza con mi calva un semáforo en rojo, y los cojones más hinchados que un balón de playa. María me espera bajo la sombrilla y me dice, -Te dejaste la cartera cariño, y te podías poner una gorra que tienes la cabeza quemada. La quiero tanto que me quedo callado, pero me dan ganas de meterla en el lavavajillas. Cojo cartera, me intento poner unas deportivas en los pies, pero solo el roce me hacen soltarlas de golpe, nada, con las chanclas, y ale … caminito que lleva a belén tan tan tan .
Paseíto, capitanía de ida, capitanía de vuelta. Una noche 75€ ni que fuera el Ritz.
Son las 13 horas, esto parece la autopista del Mediterráneo en la operación salida, salen por todos los lados, las lanchas a toda pastilla, doscientos trescientos barcos alrededor, bueno ya estamos fuera, dispuestos a navegar, mis manos ya debilitadas logran subir toda la mayor, Génova fuera, ahora si estamos navegando. A lo lejos veo una lancha de la Guardia Civil, que bien se siente uno cuando ve que tenemos vigilancia por si pasa algo. Diez minutos pasan, vamos a todo trapo, empiezo a pillar el tranquillo a esto, escucho una megafonía fuerte por la popa, es la Guardia Civil, me ordena que pare el barco, cachis con lo bien que estaba navegando, velas abajo, sudada del copón, papeles, nada todo en regla.
Me pongo otros guantes y ale, otra vez velas arriba, esto me empieza a tocar las pelotas, 500 barco soy el único que va a vela, y al único que paran, será por ser barco nuevo.
Tomamos rumbo a Santa Eulalia, para hacer fondeo en Cala Llonga, como me habían aconsejado. Bonito paisaje, que maravilla esto de navegar.
El viento empieza a subir un poco, lo tenemos de través, que maravilla. De repente escucho los gritos de María que me llama, bajo cagando leches y veo la vajilla, los cubiertos, los vasos, todo tirado por medio, una ola y otro armario que se abre, las bandejas de desayuno salen volando y como no, una contra mi nariz. Creo fue mala idea quitar los cerrojos, pronto aprendemos a hacer unos nudos trincando todos los tiradores de cerámica, un cabito rojo que llevábamos no se pa que, el barco por dentro ahora parece una cámara de alta seguridad con los láseres puestos, cabo por todos lados, pero estoy tranquilo, si alguien se tiene que romper la crisma soy yo, a María no le pasa nunca nada.
Con unos cuantos cortecitos en las manos de los cuchillos, con la nariz otra vez como una pelota, con dos algodones por fosa, salgo a cubierta, veo un yate bastante grande que viene por babor en rumbo de colisión, no pasa nada, voy a vela y tengo preferencia.
¡¡¡¡¡ME CAGO EN LA PREFERENCIA, EN EL YATE Y TODAS LAS FORMAS DE VIDA DENTRO DE EL!!!!!
¡Una gran mierda eso de las preferencias de paso! Si es más grande que tú apártate, una cosa más que acabo de aprender.
Todavía tengo dos bultos en la garganta que no tengo ni idea si son mis testículos o los del barco, pedazo de bestia, tuve que virar a babor y pasó a escasos 10 metros sin variar un grado su rumbo, y encima unos niñatos con sus copitas en las manos nos saludan, ya le sienten como a mí el cava.
Esto de navegar empieza convertirse en una pesadilla.
A esto sale María y me dice, cariño no des voces, que las voces no dan la razón, ahora ya me cago en Frued y en el refranero de los cojones.
Tengo los brazos que no los siento, el culo más apretado que Mourinho en un bar del Barça, las manos en carne viva, los pies quemados de cada vez que los pongo descalzos en la teca barnizada, mi cabeza parece la barriga de un alemán tras 15 días en nuestras playas.
¡Qué bonito es navegar!
Llegamos a Cala Llonga.
Por fin voy a descansar. Si si, por los cojones, venga ancla cariño quédate en el fondo, tres intentonas, toda la cadena y más de la mitad del cabo y nada, la pequeña brisa del este hace que el ancla garree, a la mierda. Tuve que ampliar cadena, ahora estoy seguro.
Pues a seguir navegando, María encantada, dice que mejor, que así hace menos calor, claro ella a la sombra y yo tostándome como lagarto en el desierto. Eso sí, barriga llevaré de vuelta seguro, llevo una caja de cerveza en toda la mañana.
Pues para puerto directo. Gracias a un a contacto logro atraque en Santa Eulalia, tras varios intentos logro contactar por radio, que bien, que orgulloso me siento, mi lado náutico ya absorbe las enseñanzas, comienzo a recordar las clases.
La maniobra ya la tengo casi dominada, creo que para la próxima ya me atreveré a estibar las defensas cuando salga.
Pero que bien se está en puerto. Pronto descubro el encanto de las duchas en tierra, poder cagar a gusto, sin palancas, sin vaivenes, aunque tengo que reconocer que el suelo se mueve, pero lo prefiero.
Cuando llego al barco veo a dos marineros en la popa, y mi mujer hablando con ellos, de repente me ve y se pone a llorar, -Pensé que te habías caído al agua. Me dice. Mandan huevos, es que no sé nadar acaso. Los marineros dicen que no pasa nada y se marchan.
Creo que esto me empieza a gustar, por lo menos el estar en puerto.
Cariño quieres una cerveza, me pregunta María, y le contesto que sí, pero en el chiringuito del puerto, estoy sin arreglar me dice, le digo que yo voy y que la espero ahí.
Tres cuartos de hora dan para mucho, y sobre todo para mucha cerveza helada, cuando aparece María llevo una tajada del quince, pero que me quiten lo bailao.
Le digo. - Niña come algo, yo te puedo recomendar la cerveza.
Y me mira con una cara de esas que ponen las mujeres cuando algo no les gusta, como cuando van de compras y les dices que la tarjeta te la dejaste en casa. Pues igual.
Ahora ya no me duele nada, será la anestesia del alcohol.
Abro los ojos, son las 21 horas, estoy tumbado en la bañera del barco, no tengo ni la más remota idea de cómo llegué aquí, me intento levantar, pero esto se mueve más que… que coñño el que se mueve como una peonza soy yo, zas resbalón con la teca, ostión contra la colchoneta, nariz de nuevo sangrando, me quedo tal cual, y la cabeza de María asoma diciendo, ¡venga a dormir, que la borrachera es tuya y yo no pienso aguantarla!
Joder, con lo guapa que la veía ayer y hoy es como la Rotenmeyer esa. Estoy a punto de meterla en el lavavajillas y utilizarla de fondeo. Pero qué razón tiene.
Sábado 9 de julio
DESPERTARES.
-Escucho una prepotente voz, o eso me parece, que dice,
-Arriba que son las 12 de la mañana.
-Joder María, no ves que estoy durmiendo.
-Si por eso, que te despiertes, que ya te vale el numerito de anoche.
Si hay algo que nos haga despertar de un salto a los hombres es eso de “el numerito de anoche”. Mi cuerpo como si tuviera un resorte se intenta poner derecho, y hoy la verdad, derecho ni en una tubería.
-Pero qué coño paso anoche, de que numerito me hablas? Ingenuo de mí le pregunté.
Y eso si toca las pelotas, sobre todo cuando te tienen que llevar al barco dos ingleses talla XXXL tras haberte puesto en bolas en la barra a cantar el hey de Julio Iglesias.
Que decir que tras pedir quince millones de veces perdón a María, le pedí que fuera ella a pagar el puerto, ya sabéis, la vergüenza y esas cosas que nos pasan tras un pedo monumental. Pero qué coño, soy marino y lo llevo en las venas… ¿o no?
La verdad que no tengo ni la más mínimas ganas de navegar, pero por no escuchar el pito de María, pues nos ponemos a ello, bueno me pongo yo, ya que ella dice que no piensa mover un dedo, (como su hubiera movido alguno antes).
Empiezo a controlar las velas y cada vez me cuesta menos izarlas, me di cuenta que si suelto unas palancas negras por donde pasan los cabos, cuesta muy poco.
Qué maravilla es navegar, excepto cuando escucho el cada vez más chirriante sonido de las cuerdas vocales de María, como en años no me había dado cuenta que su voz se mete desde los oídos hasta el hígado.
-Cariño te preparo un sándwich de pechuga de pavo de la granja ecológica con brotes de jazmín en aceite de oliva del monte chas.
-No déjalo, ahora bajo a mirar que hay. Le contesté.
Cuando estuvo en cubierta le dije que controlara un poco y bajé, me preparé un bocata de barra entera, de jamón serrano con unas rodajas de tomate, aceite de oliva made in Spain, el mejor, y una buena cerveza helada, esta nevera, esta nevera, cada vez estoy más enamorado de ella, creo que cuando llegue a puerto quito el lavavajillas y pongo otra nevera.
Nada más subir tuve lección de la cantidad de colesterol que acarreaba semejante bocadillo, y por supuesto el tema de la cerveza, tuve hasta amenaza de sacarlas de la nevera, ahora que mi contestación -¡no cerveza fría igual a no lavavajillas!
Seguía navegando, que placer.
El Mediterráneo es grande verdad?
¡¡Por qué cojones con lo grande que es y con la cantidad de barcos que hay, la Guardia Civil tiene que tocarme los cojones a mí!! Otra vez llamadita, megafonía, quita velas, saluda amablemente, registro de barco, papeles, y nada otra vez nada. Buena travesía me dicen, joder si me dejáis a lo mejor logro navegar. Grgrgrgrg. Prefiero no verlos más, que vigilen a su p…. md…
Velas arriba de nuevo. Coño, y María?, no la veo, no tendré la suerte y se habrá pasado a la patrullera?
Escucho unos ronquidos, es ella, ni me molesto, solo bajo a por otra cerveza, aprovecho y saco toda esa mierda ecológica y meto dos cajas más de birras.
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Son las 16 horas, el rumbo no tengo ni idea, el que me lleva el viento, estoy disfrutando.
Tanta cerveza tiene que salir por algún lado, inicio maniobra de aproximación al tambucho de entrada, miro hacia popa y… me cago en la leche que ya la sal me cubre el cuerpo, trinco con gran aplomo el cable que baja del palo (ahora recuerdo, el back stay) saco mi artilugio de limpieza de riñones y ohhhhmmmmnnnmmm un agüita amarilla, cálida y tibia como decía la canción, empieza a brotar, parezco el Manneken Pis, ¡¡¡¡soy el rey del mar!!!. Eso de mear sentado lo dejo, no es mi estilo, a partir de ahora a mear como un marino.
Voy a por otra cervecita que ya hay espacio.
Piso la teca y zas zassssssssss, pierna derecha al aire, brazo izquierdo que al intentar agarrarse a algo golpea sobre la mesa, pierna izquierda patada al compás, y claro mi nariz esta vez contra un fino cojín, tan fino que me la reviento de nuevo, debajo había un libraco, grgrgrgr ostión de nuevo. En qué momento se nos ocurrió barnizarla, y sobre todo de quien fue idea. Queda claro, experimentos en casa y con casera.
Miro el ordenador, el rumbo que llevo es casi a 70, mira por donde, está Cabrera en medio, rápidamente llamo a un amiguete para que me diga dónde está el puerto, se descojona y me dice que no hay puerto deportivo, que tengo que ponerme en una boya, la dichosa boya de los c.j.n.s, como en Espalmador, y que hay que pedirla, me dice que lo va a intentar y que me llama con lo que sea.
A los diez minutos recibo su llamada, que hay una boya libre, que acaban de anularla, la suerte esta vez está de mi parte, no hay quien me pare, miro a mi alrededor y efectivamente no hay Guardia Civil que me pare.
Una voz sale de ultratumba diciendo, -¡quién te llama por teléfono!?
Coñe es María, con el subidón de sal se me había olvidado que estaba aquí.
Pues quien va a ser, mi amante de las 17 horas. Le contesto.
Se despertó solo con la frase.
- Muy gracioso, hacia donde vamos y a qué hora llegamos. Me pregunta.
Pues vamos a Cabrera ya que el viento….
Me interrumpe ¡¡¡¡COMO QUE VAMOS A CABRERA!!!! ??? Pero tú en qué coño piensas, no decías que dábamos la vuelta a Ibiza. Yo a Cabrera no voy.
-Pues ya estas cogiendo la zodiac, te trato de hacer entender que…..
-Que no tengo que entender nada, que des la vuelta y a Ibiza.
-Pues mira ya tenemos boya en Cabrera y no la podemos dejar, así que te guste o no vamos rumbo a Cabrera.
La verdad que nunca la había hablado así, y que conste que ella a mí tampoco.
La cosa se calmó un poco, y me dijo, -el barco huele raro, hay mucha ropa sucia, y tuve que tirar varias cosas de comida que se quedaron fuera de la nevera, pues yo no huelo a nada, y la ropa se lava y ya está. Le contesté. Vale dijo ella.
Y mientras bajaba a por otra cervecita me acordé que en algún sitio había guardado (más bien escondido) unas latas de fabada asturiana, joer que placer. Abro la lata y dudo en tomármela fría, que carajo para eso está el micro, plato y pa dentro.
Unos minutos después.
Grave error eso de poner la fabada en un plato sopero de diseño, hay fabes hasta en el techo.
Mierda.
La cabeza de María asoma, con sonrisa de oreja a oreja dice, ¡esa marranada la limpiarás tú, me imagino ¡
Si supiera lo que pasa por mi imaginación en estos momentos no preguntaría.
A la mierda, abro otra lata, y esta vez a un cuenco de los de desayuno, ahora sí.
Unos minutos, cervecita, y mi cuenco de fabes.
Me siento en la bañera a disfrutar de este manjar, mientras María me mira con cara de más que mala leche. No te preocupes cielo, que después de comer todo va al lavavajillas, y así lo hice, plato sopero, cuenco, cuchara, y como quedaba espacio las camisetas sudadas también pa dentro. A partir de ahora se llamará lavatodo.
Qué bonito es navegar.
Pasaban las millas, velocidad a vela 6,5 nudos, que placer.
Gritos en el interior.
Pero qué ha pasado en el lavavajillas, está lleno de ropa, ¡¡¡ PEDRO !!! Qué es esto?
-Nada cielo, si sirve para la vajilla delicada, servirá para la ropa, con la pasta que vale.
Joder tenía que haberme callado.
Estos 30 minutos posteriores quedan censurados.
Bueno, las aguas vuelven a su cauce.
Qué bonito es navegar.
Continuará
Tanta cerveza tiene que salir por algún lado, inicio maniobra de aproximación al tambucho de entrada, miro hacia popa y… me cago en la leche que ya la sal me cubre el cuerpo, trinco con gran aplomo el cable que baja del palo (ahora recuerdo, el back stay) saco mi artilugio de limpieza de riñones y ohhhhmmmmnnnmmm un agüita amarilla, cálida y tibia como decía la canción, empieza a brotar, parezco el Manneken Pis, ¡¡¡¡soy el rey del mar!!!. Eso de mear sentado lo dejo, no es mi estilo, a partir de ahora a mear como un marino.
Voy a por otra cervecita que ya hay espacio.
Piso la teca y zas zassssssssss, pierna derecha al aire, brazo izquierdo que al intentar agarrarse a algo golpea sobre la mesa, pierna izquierda patada al compás, y claro mi nariz esta vez contra un fino cojín, tan fino que me la reviento de nuevo, debajo había un libraco, grgrgrgr ostión de nuevo. En qué momento se nos ocurrió barnizarla, y sobre todo de quien fue idea. Queda claro, experimentos en casa y con casera.
Miro el ordenador, el rumbo que llevo es casi a 70, mira por donde, está Cabrera en medio, rápidamente llamo a un amiguete para que me diga dónde está el puerto, se descojona y me dice que no hay puerto deportivo, que tengo que ponerme en una boya, la dichosa boya de los c.j.n.s, como en Espalmador, y que hay que pedirla, me dice que lo va a intentar y que me llama con lo que sea.
A los diez minutos recibo su llamada, que hay una boya libre, que acaban de anularla, la suerte esta vez está de mi parte, no hay quien me pare, miro a mi alrededor y efectivamente no hay Guardia Civil que me pare.
Una voz sale de ultratumba diciendo, -¡quién te llama por teléfono!?
Coñe es María, con el subidón de sal se me había olvidado que estaba aquí.
Pues quien va a ser, mi amante de las 17 horas. Le contesto.
Se despertó solo con la frase.
- Muy gracioso, hacia donde vamos y a qué hora llegamos. Me pregunta.
Pues vamos a Cabrera ya que el viento….
Me interrumpe ¡¡¡¡COMO QUE VAMOS A CABRERA!!!! ??? Pero tú en qué coño piensas, no decías que dábamos la vuelta a Ibiza. Yo a Cabrera no voy.
-Pues ya estas cogiendo la zodiac, te trato de hacer entender que…..
-Que no tengo que entender nada, que des la vuelta y a Ibiza.
-Pues mira ya tenemos boya en Cabrera y no la podemos dejar, así que te guste o no vamos rumbo a Cabrera.
La verdad que nunca la había hablado así, y que conste que ella a mí tampoco.
La cosa se calmó un poco, y me dijo, -el barco huele raro, hay mucha ropa sucia, y tuve que tirar varias cosas de comida que se quedaron fuera de la nevera, pues yo no huelo a nada, y la ropa se lava y ya está. Le contesté. Vale dijo ella.
Y mientras bajaba a por otra cervecita me acordé que en algún sitio había guardado (más bien escondido) unas latas de fabada asturiana, joer que placer. Abro la lata y dudo en tomármela fría, que carajo para eso está el micro, plato y pa dentro.
Unos minutos después.
Grave error eso de poner la fabada en un plato sopero de diseño, hay fabes hasta en el techo.
Mierda.
La cabeza de María asoma, con sonrisa de oreja a oreja dice, ¡esa marranada la limpiarás tú, me imagino ¡
Si supiera lo que pasa por mi imaginación en estos momentos no preguntaría.
A la mierda, abro otra lata, y esta vez a un cuenco de los de desayuno, ahora sí.
Unos minutos, cervecita, y mi cuenco de fabes.
Me siento en la bañera a disfrutar de este manjar, mientras María me mira con cara de más que mala leche. No te preocupes cielo, que después de comer todo va al lavavajillas, y así lo hice, plato sopero, cuenco, cuchara, y como quedaba espacio las camisetas sudadas también pa dentro. A partir de ahora se llamará lavatodo.
Qué bonito es navegar.
Pasaban las millas, velocidad a vela 6,5 nudos, que placer.
Gritos en el interior.
Pero qué ha pasado en el lavavajillas, está lleno de ropa, ¡¡¡ PEDRO !!! Qué es esto?
-Nada cielo, si sirve para la vajilla delicada, servirá para la ropa, con la pasta que vale.
Joder tenía que haberme callado.
Estos 30 minutos posteriores quedan censurados.
Bueno, las aguas vuelven a su cauce.
Qué bonito es navegar.
Continuará
__________________
Seguimos
Según nos acercamos a Cabrera el mar se encabrita un poco, no pasa nada, tenemos capota, me dispongo a ponerla cuando una ola chafpapaplon en todo lo alto, mi cuerpo calado y una catarata entra por la escalera, María me pega una voz, y yo cagándome en todo, como si yo fuera Neptuno y tuviera la culpa, leches, tiro con fuerza de la capota, y ale hop, me quedo sentado en la bañera, con los arcos en mi cabeza, menos mal, respetaron mi nariz, la parte delantera de la capota está sin poner los terminales de sujeción, grgrgrrñrgññgr, venga y ahora como me voy pa lante, agarro un cabo me lo trinco a la cintura el otro extremo a la bitácora, intento poner los ganchitos de los cojones, pero el viento tira demasiado, no hay manera, y encima el cabo me aprieta el estómago de tal manera que a punto estoy de cagarme “literalmente”, calculé corto. En cuanto llegue pongo la jodida línea de vida. Hoy tampoco hay capota. (nota, dejar la fabada en tierra)
Venga más olas, venga más sal, los algodones de la napia son ya parte de mí, ahora están petrificados por el efecto de la sal, me pica todo, tengo que reducir trapo, la mayor se enrolla bien en el palo, el génova cuesta un poco más, pero me veo cada vez más tranquilo, ya ni guantes, total me hago el mismo daño. Bajo a ponerme ropa.
Una voz con tono un tanto jocoso me pregunta, ¿Ahora no quieres una cerveza?
Y por supuesto este casi-marino (pa tocar los cojones marino entero) contesta: Es la mejor idea que has tenido, que esté bien fría.
Cara de mala leche, pero la cerveza sale, al final de un brazo que se tambalea al unísono del barco, suspendida por dos dedos, como diciendo aquí la tienes.
Con una mano en la bitácora, la otra firmemente la cerveza, dos tragos ohhhh que placer, hasta que otro roción me pone a caldo, incluido la cerveza, pero qué coño, qué más da, algunos se toman la coronita con sal, pues yo mi Mahou también, aunque al cuarto sorbo es más agua de mar que cerveza.
Lo de intentar fumar, jajajaja, los planetas están alineados para tocarme las pelotas y hacerme dejar de fumar, cada vez que enciendo uno, con un trabajo ímprobo, sin terminar de darle una calada viene la ola y como por arte de magia, me quedo seco por todos lados excepto el puto cigarrillo.
Qué bonito es navegar.
Llevo una sudada de tres pares, me dijeron que las noches eran frescas en el mar y me compré por internet un equipo de mono completo, de los que utilizan para dar la vuelta al mundo, caro de la leche, pero ¿quién se pone esto en el Mediterráneo?, forma parte de mi piel, me sudan hasta las tetas, para separarlo de mi cuerpo voy a necesitar espátula martillo y cincel.
Y mientras María dentro, sentada. Con un libro en las manos, joder que aguante, no se marea ni dentro de una coctelera.
Escucho el parte por radio, dice que la situación es buena en Baleares, viento F1-2 del sur, ¡¡pero este tío de qué va!! ¿De qué Baleares habla?, aquí hay 25 nudos del Este. Como para fiarse, estará con una resaca de la ostia, o es el sustituto de verano, algún becario toca pelotas que quiere hacer hundir la flota.
Son las 22 horas.
En cuestión de media hora nos quedamos sin viento, sin olas, que cosas más raras, intento quitarme el mono, cremallera para abajo, se atasca, cremallera para arriba, se atasca, mi vejiga a punto de tener un colapso, la fabada haciendo de las suyas, estar dentro de este mono tiene que ser el equivalente a estar en un ascensor con una caja de bombas fétidas rotas, mis manos ya no saben qué hacer, ¿cojo tijeras? Mira a la mierda, me meo encima y ya luego me ducharé y lavaré el mono, total no creo que me lo vuelva a poner, ummmm por dios que gusto, creo calcular dos litros de meada, ahora ya puedo pensar, doy un paso y chof chof, me cago en la puta tendría que haberme quitado las botas, están hasta el borde de pis, si efectivamente, el líquido no entra, pero tampoco sale. Intento quitarme las botas, el efecto del pis hace que se peguen más, el aire al intentar entrar emite unos sonidos que…. Pero la puta bota no hay manera de despegarla.
Me siento en el suelo de la bañera, así no puedo entrar al barco, María la pobre después del vaivén duerme como un niño.
Me quedo pensativo, si estando sentado pongo los pies en alto el líquido de mis riñones acumulado en las botas caerá y podré quitarme las botas, bueno por probar no pasa nada, me acomodo, pongo cabeza hacia la entrada y las piernas sobre la mesa, comienzo a moverme como una serpiente, movimientos en zigzag, y empiezo a notar un calorcito indicativo de que el fluido cae por la parte delantera de las piernas, grito de placer, de placer de poderme quitar las botas, y como Murphy pasaba por ahí, mi mujer se asoma, me ve con las piernas en la mesa, haciendo la culebra y gimiendo.
-¡¡¡ Pedro, que coño haces, esto ya es enfermizo!!!
-Vale María, me estoy follando al barco, total si te cuento la verdad, no te lo vas a creer.
Con las mismas se metió otra vez en el camarote.
Y yo encantado de tener una charla con las botas, que creíais ¿qué me ganaríais?
La cremallera tiene un capítulo especial, tras varios intentos frustrados, descubro unas pequeñas cinchas, más que pequeñas diminutas, que al cerrar la cremallera se unen con un velcro súper adherente, no hay más que tirar de ellos y la cremallera baja, que gusto, en pelotas, de noche, con un mono que se mantiene más sólido que yo, por unos instantes le hablo, esto me recuerda a Tom Hanks en naufrago.
Qué bonito es navegar.
Nos vamos aproximando a cabrera, muy lentamente, disfrutando de la pequeña brisa que queda de la bufonada. Agarro la ducha de popa y me doy un buen meneo, al mono y las botas los tengo castigados, mañana al agua de mar y luego veremos.
Según nos acercamos a Cabrera el mar se encabrita un poco, no pasa nada, tenemos capota, me dispongo a ponerla cuando una ola chafpapaplon en todo lo alto, mi cuerpo calado y una catarata entra por la escalera, María me pega una voz, y yo cagándome en todo, como si yo fuera Neptuno y tuviera la culpa, leches, tiro con fuerza de la capota, y ale hop, me quedo sentado en la bañera, con los arcos en mi cabeza, menos mal, respetaron mi nariz, la parte delantera de la capota está sin poner los terminales de sujeción, grgrgrrñrgññgr, venga y ahora como me voy pa lante, agarro un cabo me lo trinco a la cintura el otro extremo a la bitácora, intento poner los ganchitos de los cojones, pero el viento tira demasiado, no hay manera, y encima el cabo me aprieta el estómago de tal manera que a punto estoy de cagarme “literalmente”, calculé corto. En cuanto llegue pongo la jodida línea de vida. Hoy tampoco hay capota. (nota, dejar la fabada en tierra)
Venga más olas, venga más sal, los algodones de la napia son ya parte de mí, ahora están petrificados por el efecto de la sal, me pica todo, tengo que reducir trapo, la mayor se enrolla bien en el palo, el génova cuesta un poco más, pero me veo cada vez más tranquilo, ya ni guantes, total me hago el mismo daño. Bajo a ponerme ropa.
Una voz con tono un tanto jocoso me pregunta, ¿Ahora no quieres una cerveza?
Y por supuesto este casi-marino (pa tocar los cojones marino entero) contesta: Es la mejor idea que has tenido, que esté bien fría.
Cara de mala leche, pero la cerveza sale, al final de un brazo que se tambalea al unísono del barco, suspendida por dos dedos, como diciendo aquí la tienes.
Con una mano en la bitácora, la otra firmemente la cerveza, dos tragos ohhhh que placer, hasta que otro roción me pone a caldo, incluido la cerveza, pero qué coño, qué más da, algunos se toman la coronita con sal, pues yo mi Mahou también, aunque al cuarto sorbo es más agua de mar que cerveza.
Lo de intentar fumar, jajajaja, los planetas están alineados para tocarme las pelotas y hacerme dejar de fumar, cada vez que enciendo uno, con un trabajo ímprobo, sin terminar de darle una calada viene la ola y como por arte de magia, me quedo seco por todos lados excepto el puto cigarrillo.
Qué bonito es navegar.
Llevo una sudada de tres pares, me dijeron que las noches eran frescas en el mar y me compré por internet un equipo de mono completo, de los que utilizan para dar la vuelta al mundo, caro de la leche, pero ¿quién se pone esto en el Mediterráneo?, forma parte de mi piel, me sudan hasta las tetas, para separarlo de mi cuerpo voy a necesitar espátula martillo y cincel.
Y mientras María dentro, sentada. Con un libro en las manos, joder que aguante, no se marea ni dentro de una coctelera.
Escucho el parte por radio, dice que la situación es buena en Baleares, viento F1-2 del sur, ¡¡pero este tío de qué va!! ¿De qué Baleares habla?, aquí hay 25 nudos del Este. Como para fiarse, estará con una resaca de la ostia, o es el sustituto de verano, algún becario toca pelotas que quiere hacer hundir la flota.
Son las 22 horas.
En cuestión de media hora nos quedamos sin viento, sin olas, que cosas más raras, intento quitarme el mono, cremallera para abajo, se atasca, cremallera para arriba, se atasca, mi vejiga a punto de tener un colapso, la fabada haciendo de las suyas, estar dentro de este mono tiene que ser el equivalente a estar en un ascensor con una caja de bombas fétidas rotas, mis manos ya no saben qué hacer, ¿cojo tijeras? Mira a la mierda, me meo encima y ya luego me ducharé y lavaré el mono, total no creo que me lo vuelva a poner, ummmm por dios que gusto, creo calcular dos litros de meada, ahora ya puedo pensar, doy un paso y chof chof, me cago en la puta tendría que haberme quitado las botas, están hasta el borde de pis, si efectivamente, el líquido no entra, pero tampoco sale. Intento quitarme las botas, el efecto del pis hace que se peguen más, el aire al intentar entrar emite unos sonidos que…. Pero la puta bota no hay manera de despegarla.
Me siento en el suelo de la bañera, así no puedo entrar al barco, María la pobre después del vaivén duerme como un niño.
Me quedo pensativo, si estando sentado pongo los pies en alto el líquido de mis riñones acumulado en las botas caerá y podré quitarme las botas, bueno por probar no pasa nada, me acomodo, pongo cabeza hacia la entrada y las piernas sobre la mesa, comienzo a moverme como una serpiente, movimientos en zigzag, y empiezo a notar un calorcito indicativo de que el fluido cae por la parte delantera de las piernas, grito de placer, de placer de poderme quitar las botas, y como Murphy pasaba por ahí, mi mujer se asoma, me ve con las piernas en la mesa, haciendo la culebra y gimiendo.
-¡¡¡ Pedro, que coño haces, esto ya es enfermizo!!!
-Vale María, me estoy follando al barco, total si te cuento la verdad, no te lo vas a creer.
Con las mismas se metió otra vez en el camarote.
Y yo encantado de tener una charla con las botas, que creíais ¿qué me ganaríais?
La cremallera tiene un capítulo especial, tras varios intentos frustrados, descubro unas pequeñas cinchas, más que pequeñas diminutas, que al cerrar la cremallera se unen con un velcro súper adherente, no hay más que tirar de ellos y la cremallera baja, que gusto, en pelotas, de noche, con un mono que se mantiene más sólido que yo, por unos instantes le hablo, esto me recuerda a Tom Hanks en naufrago.
Qué bonito es navegar.
Nos vamos aproximando a cabrera, muy lentamente, disfrutando de la pequeña brisa que queda de la bufonada. Agarro la ducha de popa y me doy un buen meneo, al mono y las botas los tengo castigados, mañana al agua de mar y luego veremos.
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¿Siempre las últimas horas son así de jodidas?
Solo veo luces, para todos los gustos y de todos los colores, qué coño es esto?
Desde luego un puticlub no, no.
Me tiro para el este, (ya se que estoy equivocado, listos que sois unos listos, pero ahora viene) para entrar en la zona de fondeo, no sé qué coño toqué que la isla me sale al revés, bueno, le doy la vuelta al ordenador y listo, ups, ups, creo que no. Pero ande carajo estoy? Calma, calma, que lo peor ya pasó.
¿QUÉ LO PEOR YA PASÓ?????? Como siempre, me equivoco.
Empiezan a sonar unos pitidos que yo que coño se lo que son, de repente por radio escucho: Atención embarcación en posición 39º 07´304´´N 002º55´874´´E, con rumbo aproximado 85º, aquí pesquero Hermanos Pito, me asomo y soy el único, y la posición clavada, pues seré yo.
-Aquí embarcación en las coordenadas (joe como controlo ya el tema de la radio, por fin ya me voy soltando) adelante a pesquero hermanos del pito.
-Aquí pesquero “Hermanos Pito” y no del pito, (en tono…) y solo decirle que como siga con ese rumbo usted perderá, a parte de los piños puede ser que el pito también, se come los Islotes Estels, o es que no lo ve???
Me cago en to y la madre que me pario, estoy en la otra parte de la isla, con el ordenador dao la vuelta, una isla en mi camino, y encima le toco el pito a un pesquero, mandan huevos. Rápidamente viro a estribor, y escucho, ¡¡¡¡¡MUCHACHO QUE NOS TIENES AQUÍÍÍÍÍÍ!!!!!!!!! coño el pesquero ahora en la proa, mira que hay mar y me tengo que meter en estos líos. Ale ahora a babor toda la rueda, meneíto para un lado meneíto para el otro.
María sale de su letargo y lo único que se ocurre decir es: - ¡¡Pedro quieres dejar de jugar de una vez!!
Miro a ya mi amigo “mono” que ahí está, sentadito, implacable, con las botas puestas, y le digo – Tu, voz de la experiencia, en estos casos, ¿me tiro al maquinista o al tren?
Inteligente contestación, la callada por respuesta, esto es algo entre el mar y yo. (Bueno, si no se mete la Guardia Civil por medio).
María vuelve a su nido, yo toqueteo los botones hasta que logro poner el ordenador derecho, vamos, en su posición, ya por fin la isla se ve correctamente, pero ahora me toca dar la vuelta y subir.
En estos días a afeitarme no me dio tiempo, pero si a ojear algunos libros que me regalaron en la partida, en especial el titulado “ Como navegar con mi velero nuevo sin hundirlo el mes primero”, está bien, esto ya es cosa de marinos, venga, libro de faros, compas de marcación, lápiz, carta y papel. Con las dos manos ocupadas con mis trastos me dispongo a poner en práctica las enseñanzas que al poco de estudiarlas quedaron olvidadas, estos serán mis primeros pinitos de situación nocturna, estoy con una mezcla de nerviosismo y satisfacción.
Nada más salir a cubierta el aire es distinto, serán mis fosas nasales que a base de castañazos están hipersensibles, este es un gran paso para mí. OOOOOOOOOostias, YEEEEAAAAHHHHHHH, el primer gran paso, el segundo tropezó con las putas botas, la carta volando, mi cara aproximándose peligrosamente contra la mesa, apoyo la mano en el asiento, húmedo, con la teca barnizada, se escurre la mano, ya me doy por vencido y pongo directamente la nariz, a la mierda, nariz otra vez sangrando, María dando voces que qué coño pasa, yo a estas alturas tengo un master en practicar taponamientos de nariz, lo logro hacer solo con una mano, vamos y con dos dedos. Aquí estoy, de nuevo sentado en la bañera. Solo queda el lápiz en la bañera, lo miro fijamente, me mira fijamente, desafiante, lo cojo con el puño bien cerrado, le digo !!!Tu joputa!!!,¿ no te vas con los demás de marcha? Y lo tiro a tomar por culo. A mí un puto lápiz me va a venir con estas. La mirada se me escapa al mono, que parece sonreír, las botas están en posición de patada, ¿Y vosotros de que vais? ¿También queréis daros un paseíto?
Bueno Pedro, me digo, está claro, en el mar solo hay sitio para los valientes, miro para todos los lados y no encuentro ninguno, bueno los del pesquero.
En mi cabeza resuena eso de Manolete Manolete, si no sabes torear pa que te metes.
Pero sigo con mi empeño de aprender, aunque vuelva sin nariz.
Me niego a ser, como decía la canción, marineros varados a bordo de una botella
tirada en cualquier dique seco a la buena de Dios. No, eso no, quiero conquistar los siete mares, desde el norte hasta el sur. Bueno empezaremos con Cabrera que de momento se me antoja complicadilla la cosa.
Solo me quedan 5 millas, no es nada. Voy subiendo, a motor, ya hace tiempo que el viento dejo de acompañarme, sigo los consejos de los sabios manuales que llevo a bordo, y me aproximo a menos de dos nudos, despacito, más que nada que la puta hemorragia de la nariz paró, pero el dolor cada vez que hago por respirar hace que me acuerde de la madre de aquel amigo que tras un día de infierno calorífico, de andar dos horas bajo el sol, se le ocurrió untar con una buena guindilla el borde de mi preciada jarra de cerveza, estuve una semana con los labios que parecían los de Carmen de Mairena. Que decir que a partir de ese momento pasó a engrosar la lista de los ex-amigos.
Ya paso el cabo Es Collet, es muy de noche, pero veo bien, creo que toda la perdida nasal viene acompañada de una ampliación de visión nocturna. Me pongo a bailar claque, para ver si María se despierta, efectivamente sale. Que pasa?, pregunta, nada que tenemos que amarrarnos a una boya. A estas horas? Dice. Joder con la preguntita…
Entre tanto barco es difícil adivinar, pero por fin la suerte cae de mi parte y nada más entrar hay una boya vacía, pues directito, ya me dirán mañana. Como ya soy un lobo de mar, bueno vale, lobezno, enseguida organizo todo.
Tú, María, te quedas aquí a la rueda y cuando te diga vas atrás o adelante, y vosotros quietecitos que os conozco. ¿Con quién hablas? me dice María. Pues con Mono y botas que se cómo se las gastan, me mira como diciendo este ya perdió la cabeza, pero no, sé muy bien que en cuanto puedan me la vuelven a liar.
Aproximación buena, ya casi la tengo en la proa, pongo punto muerto, ale María a tu sitio, agarro el bichero, je je je, esta vez noooooo, no piso la puta teca, y lentamente me dirijo a proa, tengo la boya a medio metro, suficiente, ainssssss, coño que no llego, ¡¡¡ María un poquito avante, solo un poquito¡¡¡ joder el barco no se mueve, estiro más el brazo, ¡¡María, un poco más avante¡¡¡ arggggjjjrs, me falta un poco, ¡¡¡ María un poco más avante¡¡¡ leches que no hay manera, me giro y veo a María a dos metros mío, pero qué coño haces aquí??? Joder Pedro no me dijiste que cuando me dijeras tenía que ir adelante…. A ver si te aclaras…. Grgrg
No puedo más, me siento y me pongo a llorar, no puede ser, y me importa una mierda que Miguelito Bosé dijera que los chicos no lloran, a más de uno quería yo verlo aquí, con una nariz de payaso, con dos gasas colgando por fosa, con unas heridas en las piernas que parece que me hicieron la depilación con un hacha, con los brazos más marcados que la mesa de un carnicero, del culo y los genitales ya ni hablo, parecen salidos de una película… rojos como sandías.
De repente escucho la voz de mono y botas, ahora si estoy perdiendo la cabeza, psss ¡la boya! lo escucho como un susurro, miro la boya, la tengo a mi alcance, no puede ser, la trinco, la beso, cojo el cabito con delicadeza, ya es mía, mi tesoro. YA ESTAAAAAA, POR FINNNNNN.
Estamos amarrados. Mañana será otro día.
Solo veo luces, para todos los gustos y de todos los colores, qué coño es esto?
Desde luego un puticlub no, no.
Me tiro para el este, (ya se que estoy equivocado, listos que sois unos listos, pero ahora viene) para entrar en la zona de fondeo, no sé qué coño toqué que la isla me sale al revés, bueno, le doy la vuelta al ordenador y listo, ups, ups, creo que no. Pero ande carajo estoy? Calma, calma, que lo peor ya pasó.
¿QUÉ LO PEOR YA PASÓ?????? Como siempre, me equivoco.
Empiezan a sonar unos pitidos que yo que coño se lo que son, de repente por radio escucho: Atención embarcación en posición 39º 07´304´´N 002º55´874´´E, con rumbo aproximado 85º, aquí pesquero Hermanos Pito, me asomo y soy el único, y la posición clavada, pues seré yo.
-Aquí embarcación en las coordenadas (joe como controlo ya el tema de la radio, por fin ya me voy soltando) adelante a pesquero hermanos del pito.
-Aquí pesquero “Hermanos Pito” y no del pito, (en tono…) y solo decirle que como siga con ese rumbo usted perderá, a parte de los piños puede ser que el pito también, se come los Islotes Estels, o es que no lo ve???
Me cago en to y la madre que me pario, estoy en la otra parte de la isla, con el ordenador dao la vuelta, una isla en mi camino, y encima le toco el pito a un pesquero, mandan huevos. Rápidamente viro a estribor, y escucho, ¡¡¡¡¡MUCHACHO QUE NOS TIENES AQUÍÍÍÍÍÍ!!!!!!!!! coño el pesquero ahora en la proa, mira que hay mar y me tengo que meter en estos líos. Ale ahora a babor toda la rueda, meneíto para un lado meneíto para el otro.
María sale de su letargo y lo único que se ocurre decir es: - ¡¡Pedro quieres dejar de jugar de una vez!!
Miro a ya mi amigo “mono” que ahí está, sentadito, implacable, con las botas puestas, y le digo – Tu, voz de la experiencia, en estos casos, ¿me tiro al maquinista o al tren?
Inteligente contestación, la callada por respuesta, esto es algo entre el mar y yo. (Bueno, si no se mete la Guardia Civil por medio).
María vuelve a su nido, yo toqueteo los botones hasta que logro poner el ordenador derecho, vamos, en su posición, ya por fin la isla se ve correctamente, pero ahora me toca dar la vuelta y subir.
En estos días a afeitarme no me dio tiempo, pero si a ojear algunos libros que me regalaron en la partida, en especial el titulado “ Como navegar con mi velero nuevo sin hundirlo el mes primero”, está bien, esto ya es cosa de marinos, venga, libro de faros, compas de marcación, lápiz, carta y papel. Con las dos manos ocupadas con mis trastos me dispongo a poner en práctica las enseñanzas que al poco de estudiarlas quedaron olvidadas, estos serán mis primeros pinitos de situación nocturna, estoy con una mezcla de nerviosismo y satisfacción.
Nada más salir a cubierta el aire es distinto, serán mis fosas nasales que a base de castañazos están hipersensibles, este es un gran paso para mí. OOOOOOOOOostias, YEEEEAAAAHHHHHHH, el primer gran paso, el segundo tropezó con las putas botas, la carta volando, mi cara aproximándose peligrosamente contra la mesa, apoyo la mano en el asiento, húmedo, con la teca barnizada, se escurre la mano, ya me doy por vencido y pongo directamente la nariz, a la mierda, nariz otra vez sangrando, María dando voces que qué coño pasa, yo a estas alturas tengo un master en practicar taponamientos de nariz, lo logro hacer solo con una mano, vamos y con dos dedos. Aquí estoy, de nuevo sentado en la bañera. Solo queda el lápiz en la bañera, lo miro fijamente, me mira fijamente, desafiante, lo cojo con el puño bien cerrado, le digo !!!Tu joputa!!!,¿ no te vas con los demás de marcha? Y lo tiro a tomar por culo. A mí un puto lápiz me va a venir con estas. La mirada se me escapa al mono, que parece sonreír, las botas están en posición de patada, ¿Y vosotros de que vais? ¿También queréis daros un paseíto?
Bueno Pedro, me digo, está claro, en el mar solo hay sitio para los valientes, miro para todos los lados y no encuentro ninguno, bueno los del pesquero.
En mi cabeza resuena eso de Manolete Manolete, si no sabes torear pa que te metes.
Pero sigo con mi empeño de aprender, aunque vuelva sin nariz.
Me niego a ser, como decía la canción, marineros varados a bordo de una botella
tirada en cualquier dique seco a la buena de Dios. No, eso no, quiero conquistar los siete mares, desde el norte hasta el sur. Bueno empezaremos con Cabrera que de momento se me antoja complicadilla la cosa.
Solo me quedan 5 millas, no es nada. Voy subiendo, a motor, ya hace tiempo que el viento dejo de acompañarme, sigo los consejos de los sabios manuales que llevo a bordo, y me aproximo a menos de dos nudos, despacito, más que nada que la puta hemorragia de la nariz paró, pero el dolor cada vez que hago por respirar hace que me acuerde de la madre de aquel amigo que tras un día de infierno calorífico, de andar dos horas bajo el sol, se le ocurrió untar con una buena guindilla el borde de mi preciada jarra de cerveza, estuve una semana con los labios que parecían los de Carmen de Mairena. Que decir que a partir de ese momento pasó a engrosar la lista de los ex-amigos.
Ya paso el cabo Es Collet, es muy de noche, pero veo bien, creo que toda la perdida nasal viene acompañada de una ampliación de visión nocturna. Me pongo a bailar claque, para ver si María se despierta, efectivamente sale. Que pasa?, pregunta, nada que tenemos que amarrarnos a una boya. A estas horas? Dice. Joder con la preguntita…
Entre tanto barco es difícil adivinar, pero por fin la suerte cae de mi parte y nada más entrar hay una boya vacía, pues directito, ya me dirán mañana. Como ya soy un lobo de mar, bueno vale, lobezno, enseguida organizo todo.
Tú, María, te quedas aquí a la rueda y cuando te diga vas atrás o adelante, y vosotros quietecitos que os conozco. ¿Con quién hablas? me dice María. Pues con Mono y botas que se cómo se las gastan, me mira como diciendo este ya perdió la cabeza, pero no, sé muy bien que en cuanto puedan me la vuelven a liar.
Aproximación buena, ya casi la tengo en la proa, pongo punto muerto, ale María a tu sitio, agarro el bichero, je je je, esta vez noooooo, no piso la puta teca, y lentamente me dirijo a proa, tengo la boya a medio metro, suficiente, ainssssss, coño que no llego, ¡¡¡ María un poquito avante, solo un poquito¡¡¡ joder el barco no se mueve, estiro más el brazo, ¡¡María, un poco más avante¡¡¡ arggggjjjrs, me falta un poco, ¡¡¡ María un poco más avante¡¡¡ leches que no hay manera, me giro y veo a María a dos metros mío, pero qué coño haces aquí??? Joder Pedro no me dijiste que cuando me dijeras tenía que ir adelante…. A ver si te aclaras…. Grgrg
No puedo más, me siento y me pongo a llorar, no puede ser, y me importa una mierda que Miguelito Bosé dijera que los chicos no lloran, a más de uno quería yo verlo aquí, con una nariz de payaso, con dos gasas colgando por fosa, con unas heridas en las piernas que parece que me hicieron la depilación con un hacha, con los brazos más marcados que la mesa de un carnicero, del culo y los genitales ya ni hablo, parecen salidos de una película… rojos como sandías.
De repente escucho la voz de mono y botas, ahora si estoy perdiendo la cabeza, psss ¡la boya! lo escucho como un susurro, miro la boya, la tengo a mi alcance, no puede ser, la trinco, la beso, cojo el cabito con delicadeza, ya es mía, mi tesoro. YA ESTAAAAAA, POR FINNNNNN.
Estamos amarrados. Mañana será otro día.
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Buenísimo, muchas gracias
ResponderEliminarSoy marino profesional, ahora jubilado, y este relato es de lo mas realista que he leido, solo me queda vencer la vergüenza para publicar parte de mis vivencias en la mar.
ResponderEliminarEnhorabuena por este relato.